martes, 28 de junio de 2011

Inspectruz
Inspectracio
Inspectronco
Inspectripa
Inspectrampa
Inspectrompo
Inspectrenes
Inspectriciclos
Inspectrópico
 
Martinuchi

Pector

Insector
Invector
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Inyector
Impletor
Infector

Martinuchi

Queso


Espacioso blogo, hoy me sucedió esto.
Hace dos horas, nada más.
Fui a la quesería que queda a cuadra y media de mi casa. Tenía hambre de queso.
Entré.
¿Cuánto cuesta el kilo de queso?
Depende, me dijo el dueño de la quesería, ¿qué queso quiere llevar?
El que pese un kilo.
De cualquiera puedo venderle un kilo.
No es verdad, le dije con lucidez, el kilo de queso se refiere a queso. Sólo quiero comprar un kilo de queso, ¿cuánto cuesta?
Lo pensó, luego vino la respuesta: bueno, le cobro cincuenta.
Muy bien, deme un kilo.
De cuál, me preguntó.
De queso.
Cuál queso.
Queso-queso.
Tomó el cuchillo y cortó un trozo de una barra amarilla. No me gustó.
¿Qué está haciendo?
Cortando queso.
¿Eso es queso?
Esto es queso.
Mi queso es redondo.
Se puso a explicar, hay quesos redondos, rectangulares, cuadrados, en forma de bola, con forma de pera.
No, le interrumpí, hay un solo queso: el queso.
Bueno, ¿lo lleva o no?
¿Qué cosa?
El queso.
¿Qué queso?
El queso que le estoy cortando.
No le respondí, me fui de ahí, de ese lugar peligroso.
Ya no hay queso.
Con las ganas que tengo de comer un pedazo.
Dejo el blogo, a ver si mi vecina me presta uno.

Insector Inspector Martic3Nnuchi

domingo, 26 de junio de 2011

Bicicleta resuelta

Vollviendo a la bicicleta:
Yo le temo al equilibrio.
El equilibrio es una situación peligrosa: es lo más cercano al desequilibrio.
Si pierdo el equilibrio, me caigo y me lastimo.
La única forma de salvarme es andar en bicicleta de a pie.
Qué cosa, no lo había pensado antes: puedo andar en bicicleta sin necesidad de montarme a ella.
Voy a comprarme bicicleta, entonces.
O voy a pedir una prestada.
Voy a andar por la vida con una bicicleta rodando conmigo.
La llevaré con mis manos, para que no se caiga y estropee.
La llevaré caminando, para que sus pedales anden libres, sin sufrir el peso de mis pies, que cargan mis piernas, que a veces están duras como troncos.

Inspectador Inspector Martinuciclochi

Firma

Con aquello de la bici, me olvidé de firmar, aquí va:
inspertor


Me equivoqué, firmo de nuevo:
Inspector Marttinuch0 

Otra vez:
Martinuchinspector


Esa no era no estuvo mal, pero salió mal:
Inspector Martinuch

Así está bien.
No, le falta la "i" final:
Inspector Martinuchifinal


Ingeniero de los planetas:, plomero de todas las nubes, ayuda yo pido para firmar mi nombre sin equivocarme:
Inspector Martinuchi


Gracias.
Inspecttor nMartinuchi

Bicicleta sin ciclo

Voy a andar en bicicleta, sin bicicleta.
Yo se que es un poco difícil, pero no entiendo por què debiera ser imposible.
¿Por qué para ser ciclista hay que poseer bicicleta?
¿Y si fuese de aquellos quele tienen miedo a caerse? ¿Eso me impide ser ciclista?
Yo voy a lograr un pedaleo largo y veloz, sin necesidad de vehículo.
No decidí todavía cómo.
Ya voy a pensarlo.

lunes, 20 de junio de 2011

Ratones esponja


“Es una esponja”
“Todo lo que le hablás le queda grabado”.
Las esponjas, entonces, son una especie de ratón.
Viven el baño y se chupan el agua y el jabón.
Viven en la cocina, ahí se chupan el detergente y nos impiden lavar los platos.
Octavia me agrega, ¡viven en los mares!
Los van a secar, esos ratones de agua, y los peces van a tener que ponerse a caminar.
Pongamos que un barco que anduviese navegando por un mar justo en el momento en que este se seca.
Quedaría encallado en el fondo, a la espera de remolque.
Algún despistado que, en cubierta, estuviera leyendo un libro, de aquellos que se leen cuando se viaja, y de pronto ve que su libro es chupado.
Se pondría a gritar. ¡ratones, ratones, hay ratones en el barco.
Pero no eran ratones comunes, sino esponjas.

Maratón Inspector Maaarrtinuchi

Ratón de biblioteca

Estoy en una biblioteca haciendo blogo.
Trato de hacer blogo, pero lo que me preocupa es otra cosa.
El ratón de biblioteca.
Su trabajo es comer libros, de ellos se alimenta.
Supongamos que a una biblioteca entren dos ratones, ¿cuántos libros serían capaces de comerse, entre las once del mediodía y las siete de la tarde?
Octavia me dice que más de uno cada uno.
Pero, ¿se en lugar de dos, son cuatro, u ocho, los ratones?
Una biblioteca mediana, digamos, la de la avenida Ferrero, que tiene dos pisos, tiene capacidad para cincuenta lectores, o más.
¿Y si tal biblioteca, a sala llena, estuviese copada por ratones?
Se comerían unos trescientos libros por jornada.
En un mes, ya no quedarían libros.
Se acabaría la biblioteca.
Y los ratones irían en busca de otra biblioteca.
¿Cuánto tiempo pasaría hasta amanecer, un día, un mundo pelado de libros?
Octavia me advierte que las bibliotecas virtuales…. ¡pero, Octavia! ¡A las computadoras también se le enchufan ratones!
¡Se van a comer los libros del mundo, se van a tragar las bibliotecas con estantes y todo!
Oh, mamá, papá Arsenio, papá Gómez: hay que reeducar a los ratones.
Que vuelvan al queso, que dejen los libros en paz.

Is Inspector Marterinuchi


lunes, 13 de junio de 2011

Graba blogo 2

No funcionó.
Debe ser por el cable.
Es el cable que encontré detrás del ropero del dormitorio de mi mamá.
Mi mamá debe tener unos, creo, ochenta y pico de años.
El cable, calculo, estaba oculto allí desde hace unos quince o veinte.
Para la edad de mi mamá, es un cable joven.
Para mí, me da lo mismo.
Pero el blogo, aunque usado, es un niño al lado de ellos.
Y no reconoce al cable.
Por eso no canta, aunque el canto que le puse fue grabado en voz alta.
Todavía me duele la garganta del esfuerzo.
No se que hacer.
Si es que hay algo que hacer.
No voy a cantar más en el blogo.

 Ins Mastinuch Mart Inspector Martinuchi

domingo, 12 de junio de 2011

Graba blogo

¿Qué pasa si enchufo mi grabador al blogo?

Por ejemplo, grabo una canción frente al micrófono del grabador.

Luego, conecto el grabador a la computadora que me regaló Gómez.

Pongo el blogo para escribir en él.

Oprimo el botón “play” y la canción que canté y grabé empieza a sonar.

¿Dará resultado?

¿Se quedará la canción pegada al blogo?

¿Habré inventado una forma de hacerlo cantar?


Inspector Martes Martín Martinuchi

viernes, 10 de junio de 2011

Canto o blogo

Voy a cantar una canción en el  blogo.
Ahí va.
No se escucha.
Quiero decir, no se escucha en el blogo.
A lo mejor no canté fuerte.
Aquí va de nuevo.
Padam, padadam, bam, bam, ram.
Me salió mal, así no es la melodía.
“Padam, padadam, bam, bam, ram”; no suena a nada.
Me se de memoria esa canción, “Padam, padadam, bam, bam, ram”.
Pero en el blogo desaparece, no queda nada más que “Padam, padadam, bam, bam, ram”.
Que no es lo que yo canto.
Tampoco es una canción.
Ninguna canción que yo sepa.
Es que yo canto, pero el blogo no.
Algo le pasa al blogo.
Algo en su mecanismo no funciona bien.
Este blogo es moderno, me dijeron que es nuevito.
A lo mejor me mintieron, y el blogo ya estaba usado.
El antiguo dueño lo usó mal, le cantó muy fuerte, pegado a la pantalla.
Y le rompió un transistor.
Ya no le servía, y me lo dio a mí.
Lo hizo pasar como nuevo.
Y parece nuevo.
Hasta que uno se pone a cantar.

Inspenctor Inspector Martinuchi

jueves, 9 de junio de 2011

Blogo obligado



Hoy me pasó algo.
Como tengo blogo, lo pongo en el blogo.
Pongo en el blogo lo que me pasó.
Me pasó algo parecido a lo que me ocurrió ayer.
Pero ayer no lo puse en el blogo.
Y aunque lo que puse hoy en el blogo, que me sucedió hoy, es parecido a lo sucedido ayer, no es lo mismo.
Pero, como no lo puse en el blogo, el blogo no me va a creer que de veras pasó.
Y tampoco puse lo de anteayer, un suceso casi igual al de ayer y al de hoy.
Pero, para el blogo sólo existió lo de hoy.
Porque para el blogo sólo existe lo que se escribe en el blogo.
El blogo es como un globo.
Nadie se dio cuenta de eso hasta ahora.

Inspector Marchi Martinuchi